Identidades del español andino. Estudio sociolingüístico en Huancayo: palabras preliminares. Eunice Cortez

Dada su relevancia Eunice Cortez y Pakarina Ediciones, comparten la introducción de «Identidades del español andino: estudio sociolingüístico en Huancayo». Una lectura recomendable en momentos que las opiniones sobre el lenguaje suelen basarse mas en el prejuicio que los estudios serios

Cortez, Eunice (2020). Identidades del español andino. Estudio sociolingüístico en Huancayo. Lima: Pakarina Ediciones, Facultad de Letras y Ciencias Humanas – Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pp. 19-24

Introducción

Antes de iniciar mis estudios en lingüística en la universidad de San Marcos a finales de la década de los 90, había creído erróneamente que la cultura andina de nuestro país se reducía al espacio sureño o cusqueño, siguiendo una visión parcial del mundo andino como propio al incanato perdido desde la llegada de los españoles. Aunque durante mi niñez y adolescencia había aprendido a reconocer a personas prototípicamente andinas, en especial a aquellas mujeres a quienes la gente llamaba “las cholitas” por sus amplias polleras y lindos sombreros, de alguna forma también las había aprendido a percibir como extrañas y foráneas a Lima. Sin embargo, esta Lima a la que me refiero estaba conformada por una cada vez mayor población de migrantes provenientes de otros departamentos y provincias del país. Pero eran las figuras de estas mujeres —usualmente sentadas en los mercados vendiendo productos frescos y granos— quienes representaban para mí esas sierras alejadas de las provincias. Fue algún tiempo después que caí en la cuenta de que mi madre, y por extensión mi familia, era tan andina como aquellas señoras de polleras, aunque yo no pudiera verlo en aquel entonces. Y de este modo, a pesar de crecer en un hogar con una madre andina, lo “andino” se circunscribía a un grupo de peruanos que imaginaba remotos y alejados de la capital. No fue hasta mucho después, el año 2001, cuando viajé por primera vez a dos ciudades andinas: Tarma y Huancayo. Sin duda, esta experiencia empezaría a cambiar mi percepción reduccionista de la cultura andina en nuestro país y ampliaría mi entendimiento no solo del lugar sino también del cómo; es decir, de los modos de ser andino. 

La primera vez que llegué a Huancayo todavía no sabía que esta ciudad andina ubicada en el departamento de Junín se convertiría, una década más tarde, en el centro de mi investigación doctoral y a la que volvería una y otra vez en busca de respuestas o pistas de lo que llamamos el español andino peruano. De aquella primera vez, guardé el recuerdo de unas calles populosas de gran intensidad comercial, pero con un encanto propio que celebraba sus orígenes y ubicación en el centro de los Andes. Ahí pude ver cómo convivían los símbolos que asociamos con lo moderno o urbano y aquellos asociados con lo andino, lo tradicional y lo rural. Para entonces aún mis percepciones se dejaban llevar por los binomios rural-urbano, capital-provincias, moderno-tradicional. Sin embargo, durante mis estudios del doctorado que cursé en la universidad de Temple, en Estados Unidos, pude acceder a textos sobre estudios culturales y decolonización que me ayudaron a empezar a deconstruir estos binomios tan arraigados en nuestra cultura e identidad latinoamericana. Esta nueva forma de entender la construcción de identidades en Perú, tan entrelazada con las concepciones y actitudes de pertenencia o distanciamiento de lo andino, informa a su vez mi interés por estudiar de forma concreta las dinámicas de exclusión y asimilación del lenguaje andino, una de las variedades de español en Perú percibido y ejemplificado como opuesto a la variedad estándar o de mayor prestigio, la limeña. 

Debido a la importancia geográfica, histórica y social de Huancayo como ciudad que conecta los Andes centrales con el centro político y económico de Perú, el estudio de las formas lingüísticas de esta población representante de lo andino me pareció una tarea necesaria para entender el comportamiento y devenir de la variedad andina en el español peruano. Al mismo tiempo, es necesario reconocer la influencia que tiene Lima en el resto de las ciudades del país debido a su centralismo histórico, político y económico, lo que se extiende a diversos aspectos de la cultura peruana, entre estos la configuración del habla y el estatus de las variedades aun en las mismas provincias y sus capitales. No obstante, la cantidad de migrantes rurales hablantes de quechua que llegan a Huancayo —asentamiento histórico de la etnia quechua Huanca— es también un aspecto que ejerce una importante influencia en la vida, el quehacer cultural y las manifestaciones lingüísticas de esta ciudad. De este modo, esta investigación sobre la variedad andina de Huancayo da particular énfasis a las dimensiones sociales que parecen tener un impacto positivo o negativo en la utilización de aspectos lingüísticos considerados como representativos del español andino. 

A través del análisis sociolingüístico, el libro se centra en el estudio de las características y dinámicas de uso del español andino. Lo que hace particular a esta variedad del español es el papel que tiene la lengua indígena de sustrato, el quechua, en las regiones andinas. Esta variedad del español, nacida del contacto quechua-español, ha pasado de ser un producto del bilingüismo individual a uno de tipo social, en la que se encuentran las comunidades de habla que conviven en la práctica diaria con las manifestaciones lingüísticas de ambas lenguas y culturas. Se le llama así también a la norma regional del español hablado en las ciudades andinas que poseen este bilingüismo social, aunque su población es cada vez mayoritariamente monolingüe en español.

En lo que respecta a la interrelación lengua y sociedad, uno de los objetivos trazados aquí será abordar la particular situación de la ciudad más importante de Junín, que la mantiene entre lo “tradicional” y lo “moderno”, entre el mundo hispano y el mundo quechua. Así pues, son de principal interés en esta investigación la variación en el habla y el uso lingüístico de esta variación como señal identitaria de los habitantes de Huancayo, ciudad que responde con dinamismo a los cambios de un mundo globalizado así como localizado y en constante movimiento entre lo rural y lo urbano. 

Los datos lingüísticos para esta investigación provienen del trabajo de campo que realicé para mi tesis doctoral durante 2011 y 2012 en la ciudad de Huancayo, donde obtuve muestras lingüísticas de más de 60 entrevistas hechas a hombres y mujeres mayores de 18 años. Parte de estas entrevistas fueron realizadas con la ayuda de dos estudiantes de la Universidad Nacional del Centro en Huancayo, ambos hijos de padres huancavelicanos bilingües quechua-español. Después de un proceso de selección, la muestra proviene de la transcripción del habla espontánea de 42 participantes huancaínos. El análisis final, y que presento a continuación, fue aprobado como tesis doctoral el año 2014 en Temple University bajo la dirección del sociolingüista Jonathan Holmquist y el dialectólogo en lingüística hispana Augusto Lorenzino. El libro cuenta con cinco capítulos y una última sección de discusión y conclusiones. 

En el primer capítulo se problematiza la idea de la unidad lingüística del español como una realidad homogénea e inmutable a partir de una aproximación histórica y geográfica de la diversidad de sus dialectos. Al mismo tiempo, se da un acercamiento a los diferentes resultados dialectales que se han originado por el contacto de sus diversas variedades, así como por el contacto con las lenguas amerindias desde la conquista española en América. Dado la gran población de hablantes de la lengua quechua en el Perú, el contacto entre el español y el quechua data de varios siglos atrás y es todavía un proceso vigente, el cual repercute de manera negativa en el mantenimiento y adquisición de la lengua indígena por las nuevas generaciones.

La variedad andina es también la primera lengua de poblaciones monolingües en contextos de bilingüismo social. El bilingüismo en este caso no solo es individual, sino que se extiende a las sociedades que poseen dos lenguas, las cuales no siempre se encuentran en cada hablante de manera coordinada; sin embargo, estos las emplean significativamente en términos de identidad y formas de interacciones sociales. Es precisamente el bilingüismo social lo que explicaría que los diferentes grados de bilingüismo individual den origen a una variedad comunitaria con sus propias características. Entonces se entiende que al hablar del español andino se habla de una modalidad regional que implica una historia de contacto y también de influencias mutuas con la lengua indígena (Caravedo 1992).

El segundo capítulo se centra en la descripción de la comunidad de Huancayo, incluyendo su historia y las dinámicas sociales actuales entre el espacio rural y la urbe, donde entra a tallar el uso de las lenguas y los procesos culturales que provienen de la interacción de estas dos tradiciones: la hispana y la quechua. El capítulo describe y analiza las dinámicas y relaciones que esta ciudad intermedia del Perú mantiene con la capital, Lima, y con otras comunidades adyacentes, muchas de ellas pequeñas poblaciones rurales y campesinas; tomando en cuenta la evolución y conformación actual de las sociedades rurales en una época de globalización e intercomunicación virtual.

Al ser la lengua quechua la más extendida en el territorio nacional y con la mayor cantidad de hablantes después del español, la variedad andina se asocia mayormente con el contacto entre el español y el quechua en la mayoría de los casos. Aunque los procesos migratorios de las zonas rurales a las ciudades capitales son constantes desde el inicio del periodo republicano, es a comienzos del siglo XX que estos se intensifican a nivel nacional, debido principalmente a los problemas que originaban las injustas expropiaciones de tierras que sufrían las comunidades campesinas en las serranías peruanas. El flujo migratorio se produce desde el campo a los centros poblados urbanos y desde las pequeñas ciudades regionales a las grandes ciudades, especialmente la capital, Lima (Altamirano 1984). De este modo, si en un inicio era posible identificar ciertos modos lingüísticos regionales con un área geográfica, en la actualidad se reconoce que la variedad lingüística andina, así como la cultura andina y el sujeto andino, no se encuentran circunscritos a un espacio cerrado e inamovible, sino que hablamos de un circuito, de un continuo ir y venir entre lo que originalmente se concebía como andino y aquellos espacios sociales que en un inicio carecían de contacto prolongado o significativo con los Andes. 

Es debido a estos factores que se puede considerar a Huancayo como la ciudad andina más emblemática de la sierra central, ya que representa también el centro económico y administrativo de esta región. Sin duda, gracias a su crecimiento comercial y con la llegada del ferrocarril a inicios del siglo XX, Huancayo ha crecido en tamaño e importancia económica por lo que atrae la población de otros departamentos y provincias vecinas del valle del Mantaro. De este modo, debido a su constitución geográfica, social e histórica, Huancayo es un excelente ejemplo de una ciudad andina central. Su población predominantemente monolingüe, hijos de generaciones anteriores bilingües quechua-español, se encuentra en permanente contacto con nuevos grupos migrantes también bilingües del español y otras variedades del quechua central y sureño.

El tercer capítulo aborda y explica los aspectos metodológicos que se usaron en la selección de los datos, así como la selección de las categorías lingüísticas y sociales en base a las cuales se realiza el análisis de las variables lingüísticas. Primero se hace una descripción detallada de las características que definen y agrupan a los hablantes de acuerdo con factores sociales como son edad, sexo, lugar de origen y nivel de escolaridad alcanzado. En base a estos parámetros sociales, se pasa a describir los razonamientos que, en la limitación de esta investigación, le adjudican valor de unidad a otras categorías que presentan mayor complejidad en su definición, como son monolingüe, bilingüe, o nivel socioeconómico. En esta sección también se presentan las variables lingüísticas y sus variantes dentro de un sistema de codificación, lo que permitirá entender los pasos que se siguieron durante el análisis de los datos.

El análisis se orienta en las líneas del método sociolingüístico que tiene por objeto el estudio de la unidad llamada variable sociolingüística, la cual toma en cuenta la variación del habla presente en individuos que pertenecen a lo que se podría considerar una misma comunidad de habla. La variable sociolingüística es un constructo que corresponde a un segmento funcional de la lengua —en este estudio una unidad del sistema fonológico del español— el cual despliega un conjunto de variantes que se presentan en los mismos entornos lingüísticos. Además, la variable sociolingüística covaría con otras variables de índole lingüística y social. Es esta relación de las variables la que explicaría la distribución y probabilidad de producción de las variantes en el uso lingüístico (Milroy 1980). 

La probabilidad de predicción de una variante fonética como resultado del entrelazamiento de factores de tipo lingüístico y social se puede abordar a partir de la regla de variación, que toma en cuenta los diversos usos lingüísticos como parte de un conjunto de valoraciones sociales y no como un producto aleatorio del habla. De acuerdo con William Labov (1972), la variación que se observa en la lengua responde a patrones de orden sociolingüístico. Cuando estas diferencias se vuelven mucho más marcadas en un grupo que ostenta específicas coordenadas sociales (ya sea etnicidad, grupo generacional, grupo socioeconómico, etc.) se debe entender que la variación lleva consigo una mayor significación, la cual identifica, separa y exige un tipo de reconocimiento para los grupos que adoptan estas variantes como símbolos de su adhesión a determinados valores dentro de la comunidad de habla. De este modo, el análisis de la investigación se basa en la teoría y metodología de la sociolingüística para dar cuenta de los condicionamientos sociales que tienen correlaciones significativas en el uso lingüístico. Estos condicionamientos o factores sociales se considerarán como profundamente intrincados con la realidad económica, social e histórica de la ciudad de Huancayo y su continuo flujo de migrantes internos que llegan desde las poblaciones rurales cercanas, así como con movimientos de gente hacia ciudades más populosas, en este caso Lima. 

El cuarto y quinto capítulo están dedicados al análisis cuantitativo y cualitativo de las variables fonéticas en estudio. Esta investigación se propone abordar el estudio de dos aspectos del sistema fonológico que se han consagrado como representativos del español andino en diversas publicaciones especializadas, pero que además reciben actitudes de fuerte rechazo dentro de la población peruana por ser asociados al bilingüismo quechua-español: a) la producción asibilada [ř] de las vibrantes simple /ɾ/ y múltiple /r/, cuyos sonidos normativos se consideran [ɾ] simple y [r] múltiple; y b) el cambio de altura en el sistema vocálico, donde /i/y /u/pueden ser pronunciadas hasta acercarse a [e] y [o], y viceversa, /e/ y /o/ son pronunciadas hasta acercarse a [i] y [u].

De este modo, el cuarto capítulo analiza el comportamiento fonético de los dos fonemas vibrantes del español, la vibrante simple /ɾ/ en sus contextos de final de sílaba al interior y final de las palabras, y la vibrante múltiple /r/, al inicio de sílaba, entre vocales y después de /l/, /n/ y /s/ al interior de palabra. Estos dos elementos de la lengua presentan variación en cuanto a su producción o actualización lingüística, por lo que se identifican como variable simple (ɾ) y variable múltiple (r), las cuales agrupan no solo las variantes fonéticas sino también el modo de su distribución en la producción de los hablantes, lo que tiene una intrincada relación de causa y efecto con la correlación de los factores sociales propuestos en el tercer capítulo. Las variables (ɾ) y (r) tienen, dentro de una gama de posibles producciones, una variante de tipo asibilado [ř], la cual ha sido señalada como característica del habla andina. Esta variante, debido a la asociación que se formula con su origen andino como proveniente del bilingüismo quechua-español, recibe un abierto rechazo en la sociedad peruana. Sin embargo, como se demuestra al inicio del capítulo, esta variante no sería privativa del español andino, ya que hay evidencia de su uso en otras variedades no andinas del español. 

El quinto y último capítulo analiza el fenómeno de cambio de altura de cuatro variables vocálicas: las variables (i) y (u), las cuales presentan variantes con abertura que desciende hasta los contornos de los sonidos vocálicos [e] y [o]; y las variables (e) y (o), con variantes que se elevan en altura hasta los contornos de los sonidos vocálicos [i] y [u]. El cambio de altura es uno de los fenómenos que conlleva el mayor estigma, ya que invariablemente se puede reconocer a un hablante bilingüe quechua-español, el cual no ha logrado un manejo sólido en el límite de abertura de las vocales en español. Este fenómeno se percibe entonces como una “confusión” por parte del hablante bilingüe, quien estaría de este modo atentando contra el sistema distintivo de las vocales en español. A partir de los datos que se observan en cuanto a los sistemas fonológicos y fonéticos de las lenguas en contacto, el quechua y el español, se puede constatar una mayor flexibilidad en la altura vocálica en el habla contactada de los bilingües. 

Los resultados generales indican que las asociaciones basadas en las percepciones estereotípicas del habla andina no se corresponden necesariamente con el uso real, ya que ha sido costumbre conferir las características propias a un grupo dentro del continuo de hablantes de esta variedad a todos los grupos que la constituyen; el cual, como se verá, es un complejo continuo con matices de orden social. Una generalización habitual es la que toma las características prototípicas del español andino basado en los fenómenos que se originan en un aprendizaje incompleto del español como segunda lengua dentro de un contexto social que marginaliza a un sector de su población bilingüe. De este modo, las características del español andino de los otros grupos monolingües y bilingües que lo constituyen son olvidadas o no reconocidas como piezas importantes de la fisonomía de esta variedad, la cual debe ser entendida a luz de los procesos y prácticas sociales de cada comunidad lingüística.

A través del análisis fonético de las muestras de habla de Huancayo, se pudo constatar también la puesta en marcha de mecanismos que agencian diversos procesos de orden simbólico durante el proceso comunicativo. De acuerdo con Gumperz (1982), el proceso comunicativo se puede interpretar como un tipo de interacción en el que se crean mecanismos de poder y control, y por la que se producen y reproducen, las identidades sociales. De igual modo, en esta investigación se observa cómo los usos lingüísticos de esta muestra ingresan a un sistema de producción simbólica que constantemente resignifica los elementos de la lengua de acuerdo con las circunstancias y valoraciones histórico-sociales que surgen dentro de la misma comunidad de habla.

 Finalmente, creo firmemente que el acercamiento e interpretación de la naturaleza y funcionamiento de los mecanismos del uso lingüístico en sociedad es una importante contribución a la discusión académica de la cultura y sociedad, más allá de la teoría lingüística. Y es a partir de esta reflexión que los resultados de esta investigación procuran contribuir al entendimiento de los procesos globales que están cambiando y reestructurando las formas en que la gente de los Andes, un grupo social históricamente marginado en Perú, desarrolla y construye a través del uso lingüístico una serie de nuevas identidades globales al mismo tiempo que conserva y reestructura las locales. Así, las páginas a continuación nacen de la exploración de esta urbe en el centro andino del país, que como se verá más adelante, es una ciudad andina sobre la que recae buena parte de nuestra historia, presente y futuro como nación.

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